Las Imagenes Más Icónicas de la Historia
El arte de escribir y dibujar con la luz (photo/foto – que se relaciona con la luz; grafia – escritura) nos ha proporcionado varias joyas.
Ha helado momentos cruciales en el tiempo, ofreciendo al espectador la posibilidad de percibir las cosas precisamente como eran en aquel momento. Por lo tanto, son una parte indispensable de la historia.
En la ausencia de palabras, hay imágenes que no solo retratan las cosas, personas y eventos en el sentido físico sino también captan su esencia….
Lo que vemos va más allá de la esfera física. A través de las fotos, presenciamos el amor, el odio, la duda, la ira, la esperanza, la desesperación, la paz, la felicidad y la inquietud.
De repente, estamos allí, en otra era, otro mundo, todos los elementos tal cual. Es necesario no dar por sentado las imágenes y lo que nos aportan.
Los fotógrafos son artistas indispensables en la conservación de los pequeños momentos que constituyen la vida humana en su totalidad y las fotos, artefactos antropológicamente invaluables.
Asedio de los Débiles
Las múltiples interpretaciones de esta foto, todas muy pésimas, es lo que la hace tan impactante, todos siendo indicaciones de la gran disparidad que existe en el mundo, poniendo hincapié en la explotación que padecen varios grupos en las distintas grietas del mundo.
Tenemos aquí un buitre fuerte y listo para darse festín en detrimento de un inocente en un estado desamparado. También pone en primer plano la pobreza, la inanición, y la desesperación.
Las emociones fuertes que provoca la imagen es testamento de su gran calidad; ira, tristeza profunda, remordimiento, angustia, impotencia, vergüenza intensa, desesperanza…El fotógrafo, Kevin Carter, en el año 1993, con tan solo un clic de su camera, logró poner en exhibición la inequidad y desigualdad desenfrenadas que asolan el mundo y nadie la pudo ignorar, habiendo puesto los ojos en esta foto, nadie sale emocional y mentalmente ileso.
Juego del Paquete
La mirada escéptica y incierta del niño presenta un contraste significativo con las caras y manos acogedores de sus familiares aunque la mamá se ve un poco estresada, a pesar de su forzada sonrisa enyesada.
A pesar de la seguridad que le espera al otro lado del alambre de púas, a sus dos años, parece que Agim Shala ya está consciente del daño que representan los salientes espinosos.
Esta foto deja a cualquier madre o padre con el alma en vilo, sabiendo que cualquier error hará brotar sangre.
Esta escena, que aconteció en marzo de 1999 en un campo de refugiados en Albania, nos hace aguantar la respiración, esperando el salvoconducto del niño a través de este pasaje cortísimo pero arriesgado.
Esta foto nos da solo una pequeña ojeada de los riesgos que toman los papás para que sus hijos puedan tener una vida mejor. Los testigos también parecen muy poco preocupados, observando la escena.
A Palabras Necias, Oidos Sordos
Si las miradas matasen, Elizabeth Eckford hubiera estado muerta en aquel momento, mucho más antes de que pudiese tener el gran impacto que ha tenido como activista en las luchas antirracistas estadounidenses.
El fotógrafo logró captar el odio y la furia de los estudiantes caucásicos y la hostilidad que irradian llega a ser palpable.
Esta imagen nos presenta el panorama completo de la realidad de aquella época cuando prevalecía la inequidad y las injusticias raciales.
Eckford fue uno de los nueve estudiantes suficientemente resueltos para engendrar el cambio absolutamente necesario en esta era, tras la ilegalización de la segregación de los alumnos según una declaración hecha por la Corte Suprema de los Estados Unidos en el año 1956.
A pesar del mar de emociones negativas que la envuelve, amenazando con tragarla, Elizabeth se mantiene serena e inalterada y si se sentía algo intimidada en este momento, no fue nada perceptible; de hecho, el contraste es muy marcado, el populacho amenazador y enojado frente a una Elizabeth tranquila y compuesta.
¡Con un Estallido!
La furia desviada ha parido numerosos pecados mortales. La mayoría de los crímenes de lesa humanidad se deben a descontrolados y exagerados episodios de rabia ciega.
Nos peleamos por trocitos de tierra cuando existen acres de terrenos desocupados, luchamos por el crudo cuando, seguramente, hay numerosas fuentes de petróleo sin descubrir, intactos.
También nos peleamos por el dinero, una comodidad inventada por el hombre, manufacturada en una fábrica, y sobre todo, luchamos para el control, la ilusión del poder.
Parece que siempre estamos buscando algún motivo u otro para oprimir o derribar al otro.
En la guerra, no hay héroes. Todos, sin excepción alguna, sufre alguna perdida mediante la guerra, la cual no hace mas que sembrar el caos.
Las bajas de la guerra no solo son soldados sino la integridad, la humanidad, la dignidad, la salud físico y mental, las extremidades, el amor al prójimo, por nombrar solo unos pocos.
En la foto de arriba, damos testimonio de uno de los eventos más horríficos de los tiempos modernos, el hongo nuclear enorme sobrevolando encima de Nagasaki, sus efectos dañinos inconmensurables e inconcebibles.
La foto, tomada por Charles Levy, lugarteniente y bombardero americano, es la única evidencia digital del devastador evento calamitoso.