Renuncia

“Lo intentamos en 2008 y también en 200; en 2010 hicimos la in vitro, y de entrada todo parecía estupendo, pero pronto vino el varapalo: ni aun así habían logrado el embarazo. Esa fue la llamada más dura de nuestras vidas” recuerda Annie.
Estuvo casi a punto de darse por vencida y renunciar a sus sueños de tener una familia. Lo había intentado todo sin éxito. Pero algo inesperado estaba a punto de tener lugar.