El Momento En Que Lo Descubrió

La tensión era tan densa en el baño de la pareja que podía cortarse con un cuchillo. Kayla permaneció en absoluto silencio durante unos instantes, demasiado ansiosa como para respirar. Su marido se acercó a ella y ambos miraron la prueba de embarazo con total incredulidad.
Pero no. No se había equivocado. Había dos líneas rosas, tan claras como el día. Se volvió hacia su marido y le susurró: “Está embarazada”.