Tragedia

“A los 17 años me hicieron una histerectomía parcial. Los médicos encontraron un tumor que se creía canceroso que se estaba apoderando de mi útero”, explicó Kayla.
“Me extirparon el útero y la biopsia resultó benigna. No tuvieron que extirparme los ovarios, así que sigo pudiendo tener un hijo biológicamente mío, pero no puedo gestar yo misma.” La pareja empezó a pensar en la última opción que les quedaba… la gestación subrogada.