Las Imagenes Más Icónicas de la Historia

Idolo Caído

Fuente: Pinterest

Esta foto presenta una marcada diferencia en comparación con la otra que aparece en este artículo del revolucionario argentino: en la primera, esta llena de vida, de rebelión, de valor, de audacia; su penetrante mirada fijado en su meta. En su cara, podemos ver su naturaleza osada mientras que, en esta imagen, la mirada ausente no característica del guerrillero nos señala que su espíritu pasional ya no habita su cuerpo. Esta foto fue tomada en Bolivia, el 10 de octubre, 1967, un día después de su ejecución por fusilamiento. Che se murió como cualquier guerrero real, pues recibió la muerte con brazos abiertos y su dignidad intacta, recibiendo cada uno de las nueve balas sin chillar.

Tras la exposición pública de su cadáver, un doctor militar desmembró sus manos y fueron enviadas a Buenos Aires, Argentina para corroborar su identidad mediante huellas digitales. Posteriormente, fueron mandadas a Cuba donde siguen conservadas en el Mausoleo del Che Guevara. Sin saberlo, el mártir escribió su propio epitafio “Donde quiera que la muerte nos sorprenda, bienvenida sea siempre que nuestro grito de guerra haya sido escuchado”, declaración pública hecha en la Conferencia Tricontinental, meses antes de su ejecución. La foto de arriba guarda un asombroso parecido con dos cuadros famosísimos: el primero es el del pintor neerlandés Rembrandt, titulado “Leccion de Anatomia del Dr. Nicolaes Tulp” y el otro es la “Lamentación sobre Cristo Muerto” de Andrea Mantegna. 

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