Las Imagenes Más Icónicas de la Historia

Emmett Till

Fuente: Pinterest

Ser mamá es una experiencia única y hermosa y para muchas madres, sus hijos son la luz de sus ojos. No creemos que exista una madre o un padre que imaginen, en sus peores sueños, que su prole le precederá a la tumba, sufriendo una muerte temprana. Peor aun, cuando se trata de una muerte tremendamente injusta y violenta. Eso es precisamente lo que le sucedió a la madre de Emmett Till, niño de catorce años, brutalmente asesinado por motivos racistas.

Cuando una mamá lamenta la pérdida de su hijo, se trata de un dolor profundo, interminable e inconsolable. No obstante, esta madre empleó el poder y la fuerza interior y optando por un ataúd abierto, determinada mostrar al mundo lo que le hicieron a su hijo. No solamente lo mataron, sino que lo atacaron salvajemente, lo mutilaron. Fue delito realmente atroz, inhumano y absolutamente repugnante. Emmett Till se convirtió en un chivo expiatorio ya que su muerte prematura e impertinente engendró muchos cambios tan esperados.

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