¡Con un Estallido!

La furia desviada ha parido numerosos pecados mortales. La mayoría de los crímenes de lesa humanidad se deben a descontrolados y exagerados episodios de rabia ciega. Nos peleamos por trocitos de tierra cuando existen acres de terrenos desocupados, luchamos por el crudo cuando, seguramente, hay numerosas fuentes de petróleo sin descubrir, intactos. También nos peleamos por el dinero, una comodidad inventada por el hombre, manufacturada en una fábrica, y sobre todo, luchamos para el control, la ilusión del poder. Parece que siempre estamos buscando algún motivo u otro para oprimir o derribar al otro.
En la guerra, no hay héroes. Todos, sin excepción alguna, sufre alguna perdida mediante la guerra, la cual no hace mas que sembrar el caos. Las bajas de la guerra no solo son soldados sino la integridad, la humanidad, la dignidad, la salud físico y mental, las extremidades, el amor al prójimo, por nombrar solo unos pocos. En la foto de arriba, damos testimonio de uno de los eventos más horríficos de los tiempos modernos, el hongo nuclear enorme sobrevolando encima de Nagasaki, sus efectos dañinos inconmensurables e inconcebibles. La foto, tomada por Charles Levy, lugarteniente y bombardero americano, es la única evidencia digital del devastador evento calamitoso.