Camila

Camila es un nombre bastante antiguo, pero, aun así, tiene una frescura y atemporalidad especial. Posee un aura de inocencia y pureza que la hace ideal para una recién nacida santa y perfecta. El nombre de pila femenino Camila deriva del nombre latín “camillus”, apodo que recibían los acólitos en un ritual de la antigua religión romana. Significa “la que está presente en Dios” y “la que ofrece sacrificios”. Camila era una niña de sangre noble y condición libre, que acompañaba a los flámenes (sacerdotes prestigiosos romanos) y que fue permitido ayudar además en los sacrificios.
Más adelante, en la religión cristiana, comenzaron a usar la palabra para referirse a aquellas personas que realizaban tareas ceremoniales, como, por ejemplo, encender velas. Los diminutivos de Camila son numerosos, a nombrar unos pocos: Cami, Cammie, Camil o Milla. Además, existen algunas variantes del nombre, tales como Kamila, Camil, Kamilla y Camille. La onomástica de Camila se celebra el día 14 de julio, dedicado a San Camilo de Lellis, quien es el santo destinado a proteger y cuidar a los enfermos.